viernes, 24 de junio de 2011

Sintaxis de la imagen

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miércoles, 22 de junio de 2011

Lenguaje fotográfico

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jueves, 10 de marzo de 2011

Rostro

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lunes, 28 de febrero de 2011

dibujo inverso








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miércoles, 26 de enero de 2011

Proyecto individual

Elige una de las siguientes opciones imprime la imagen y marca una cuadricula en el dibujo de 3 cm

































opción 1











































































































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martes, 25 de enero de 2011

la Caverna



















Símil La caverna de Platón 0

Y a continuación -seguí- compara con la siguiente escena el estado en que, con respecto a la educación o a la falta de ella, se halla nuestra naturaleza. Imagina una especie de cavernosa1 vivienda subterránea provista de una larga entrada2 ,abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna y unos hombres3 que están en ella desde niños, atados por las piernas y el cuello de modo que tengan que estarse quietos y mirar únicamente hacia adelante, pues las ligaduras les impiden volver la cabeza; detrás de ellos, la luz de un fuego4 que arde algo lejos y en plano superior, y entre el fuego y los encadenados, un camino situado en alto; y a lo largo del camino5 suponte que ha sido construido un tabiquillo6 parecido a las mamparas que se alzan entre los titiriteros y el público, por encima de las cuales exhiben aquéllos sus maravillas.

-Ya lo veo -dijo. -¡Qué extraña escena describes -dijo- y qué extraños prisioneros!

-Iguales que nosotros -dije-, porque, en primer lugar, ¿crees que los que están así han visto otra cosa de sí mismos o de sus compañeros sino las sombras7 proyectadas por el fuego sobre la parte de la caverna que está frente a ellos?

-¿Cómo -dijo-, si durante toda su vida han sido obligados a mantener inmóviles las cabezas?

-¿Y de los objetos transportados? ¿No habrán visto lo mismo?

-¿Qué otra cosa van a ver?

-Y, si pudieran hablar los unos con los otros, ¿no piensas que creerían estar refiriéndose a aquellas sombras que veían pasar ante ellos?

-Forzosamente.

-¿Y si la prisión tuviese un eco que viniera de la parte de enfrente? ¿Piensas que, cada vez que hablara alguno de los que pasaban, creerían ellos que lo que hablaba era otra cosa sino la sombra que veían pasar?

-No, ¡por Zeus! -dijo.

-Entonces no hay duda -dije yo- de que los tales no tendrán por real ninguna otra cosa más que las sombras de los objetos fabricados.

-Es enteramente forzoso -dijo.

-Examina, pues -dije-, qué pasaría si fueran liberados de sus cadenas y curados de su ignorancia y si, conforme a naturaleza, les ocurriera lo siguiente. Cuando uno de ellos fuera desatado y obligado a levantarse súbitamente y a volver el cuello y a andar y a mirar a la luz y cuando, al hacer todo esto, sintiera dolor y, por causa de las chiribitas, no fuera capaz de ver aquellos objetos cuyas sombras veía antes, ¿qué crees que contestaría si le dijera alguien que antes no veía más que sombras inanes y que es ahora cuando, hallándose más cerca de la realidad y vuelto de cara a objetos más reales, goza de una visión más verdadera, y si fuera mostrándole los objetos que pasan y obligándole a contestar a sus preguntas acerca de qué es cada uno de ellos.? ¿No crees que estaría perplejo y que lo que antes había contemplado le parecería más verdadero que lo que entonces se le mostraba?

-Mucho más -dijo.

-Y, si se le obligara a fijar su vista en la luz misma ¿no crees que le dolerían los ojos y que se escaparía volviéndose hacia aquellos objetos que puede contemplar, y que consideraría que éstos son realmente más claros que los que le muestran?

-Así es -dijo.

-Y, si se lo llevaran de allí a la fuerza -dije-, obligándole a recorrer la áspera y escarpada subida, y no le dejaran antes de haberle arrastrado hasta la luz del sol, ¿no crees que sufriría y llevaría a mal el ser arrastrado y, una vez llegado a la luz, tendría los ojos tan llenos de ella que no sería capaz de ver ni una sola de las cosas a las que ahora llamamos verdaderas?

-No, no sería capaz -dijo-, al menos por el momento.

-Necesitaría acostumbrarse, creo yo, para poder llegar a ver las cosas de arriba. Lo que vería más fácilmente serían, ante todo, las sombras; luego, las imágenes de hombres y de otros objetos reflejados en las aguas, y más tarde, los cuerpos mismos. Y después de esto le sería más fácil el contemplar de noche las cosas del cielo y el cielo mismo, fijando su vista en la luz de las estrellas y la luna, que el ver de día el sol y lo que le es propio.

-¿Cómo no?

-Y por último, creo yo, sería el sol, pero no sus imágenes reflejadas en las aguas ni en otro lugar ajeno a él, sino el propio sol en su propio dominio y tal cual es en sí mismo, lo que él estaría en condiciones de mirar y contemplar.

-Necesariamente -dijo.

-Y, después de esto, colegiría ya con respecto al sol que es él quien produce las estaciones y los años y gobierna todo lo de la región visible y es, en cierto modo, el autor de todas aquellas cosas que ellos veían.

-Es evidente -dijo- que después de aquello vendría a pensar en eso otro. -¡Y qué! Cuando se acordara de su anterior habitación y de la ciencia de allí y de sus antiguos compañeros de cárcel, ¿no crees que se consideraría feliz por haber cambiado y que les compadecería a ellos?

-Efectivamente.

-Y, si hubiese habido entre ellos algunos honores o alabanzas o recompensas que concedieran los unos a aquellos otros que, por discernir con mayor penetración las sombras que pasaban y acordarse mejor de cuáles de entre ellas eran las que solían pasar delante o detrás junto con otras, fuesen más capaces que nadie de profetizar, basados en ello, lo que iba a suceder, ¿crees que sentiría aquél nostalgia de estas cosas o que envidiaría a quienes gozaran de honores y poderes entre aquéllos, o bien que le ocurriría lo de Homero, es decir, que preferiría decididamente «ser siervo en el campo de cualquier labrador sin caudal » o sufrir cualquier otro destino antes que vivir en aquel mundo de lo opinable?

-Eso es lo que creo yo -dijo-: que preferiría cualquier otro destino antes que aquella vida.

-Ahora fíjate en esto -dije-: si, vuelto el tal allá abajo, ocupase de nuevo el mismo asiento, ¿no crees que se le llenarían los ojos de tinieblas como a quien deja súbitamente la luz del sol?

-Ciertamente -dijo.

-Y, si tuviese que competir de nuevo con los que habían permanecido constantemente encadenados, opinando acerca de las sombras aquellas que, por no habérsele asentado todavía los ojos, ve con dificultad -y no sería muy corto el tiempo que necesitara para acostumbrarse-, ¿no daría que reír y no se diría de él que, por haber subido arriba, ha vuelto con los ojos estropeados, y que no vale la pena ni aun de intentar una semejante ascensión? ¿Y no matarían, si encontraban manera de echarle mano y matarle, a quien intentara desatarles y hacerles subir?

-Claro que sí--dijo.

-Pues bien - dije -, esta imagen hay que aplicarla toda ella, ¡oh, amigo Glaucón!, a lo que se ha dicho antes; hay que comparar la región revelada por medio de la vista con la vivienda - prisión y la luz del fuego que hay en ella con el poder del sol. En cuanto a la subida al mundo de arriba y a la contemplación de las cosas de éste, si las comparas con la ascensión del alma hasta la región inteligible no errarás con respecto a mi vislumbre, que es lo que tú deseas conocer y que sólo la divinidad sabe si por acaso está en lo cierto. En fin, he aquí lo que a mí me parece: en el mundo inteligible lo último que se percibe, y con trabajo, es la idea del bien pero, una vez percibida, hay que colegir que ella es la causa de todo lo recto y lo bello que hay en todas las cosas; que, mientras en el mundo visible ha engendrado la luz y al soberano de ésta, en el inteligible es ella la soberana y productora de verdad y conocimiento, y que tiene por fuerza que verla quien quiera proceder correctamente en su vida pública o privada.
(Platón. República. Libro VII, 514a-517c)


0SIMIL DE LA CAVERNA. Aun siendo tanto y tanto lo que se ha escrito sobre la caverna, no estará de más alguna pequeña nota a este respecto. La caverna - se ha repetido muchas veces - puede compararse a una especie de cinematógrafo subterráneo rectangular en que los prisioneros ( desmotai) están sentados de espaldas a la puerta y de cara a una pared ( tó katantikry. ) Detrás de ellos, a cierta distancia y en plano algo superior - pero dentro del local -, hay un fuego ( fhos ) encendido, y entre el fuego y los espectadores corta transversalmente la sala un camino ( hodós ) algo elevado al lado del cual - entre el camino y el público - discurre, también transversalmente, una mampara ( teichíon ) tan alta como un hombre. De este modo, al pasar personas cargadas por el camino, tan sólo serán proyectadas por el fuego sobre la pared del fondo las sombras de las cargas que ellos transporten, pero no sus propias sombras. Además la pared del fondo tiene eco, de modo que las palabras pronunciadas por los porteadores parecen venir de ella (un Platón de nuestro suelo hubiera supuesto un micrófono conectado con un altavoz).Queda un punto algo oscuro: la larga entrada, ( eísodos ) abierta a la luz, que se extiende a lo ancho de toda la caverna. Es decir, que es posible salir a la luz del sol desde la cueva - en otro caso, los encadenados estarían condenados a la cautividad perpetua -, pero para ello hay que recorrer un largo y escarpado camino; cosa natural, pues si la entrada de la caverna estuviera cercana al fuego, la luz del sol que por ella penetrase haría inútil el empleo de la hoguera como medio de proyección.
1CAVERNOSA. Mediante el símil de la Caverna, Platón, expone realmente lo mismo que hace en el símil de la Línea, es decir, nos muestra los diferentes niveles de conocimiento desde los inferiores a los superiores. Existe, sin embargo, una novedad en el Simil de la Caverna: Platón no se limita ahora a señalar, únicamente, los diferentes niveles en el conocer sino que nos muestra como la mente puede ascender desde las secciones inferiores a las superiores y como tal ascensión implica dificultades y conversiones del alma que convulsionan al sujeto que las experimenta.

2ENTRADA. La Caverna que describe Platón consta de una larga entrada ( eísodos ), abierta a la luz exterior, y que posibilita, por tanto, la salida de los prisioneros aunque después de recorrer un largo y escarpado camino. Por otro lado, si no existiese una larga entrada, entonces la luz del sol podría penetrar en ella haciendo inútil la existencia de la hoguera como medio de proyección.

3HOMBRES. Representan a los prisioneros dentro de la caverna. No puede olvidarse que tales prisioneros forman una fila situada, dentro de la caverna, por delante de la mampara o paredilla y por delante del camino por el que circulan los porteadores, así como por delante de la hoguera de proyección. Por otro lado, tampoco se debe olvidar que los prisioneros simbolizan al alma prisionera en el mundo sensible.

4FUEGO. El fuego ( phós ) de la hoguera se encuentra situado por detrás de los porteadores y de la paredilla y es quien posibilita que las sombras de los objetos, que transportan los porteadores, se proyecten en la pared a la que se ven obligados a mirar los prisioneros.

5CAMINO. El camino ( hodos ) es el lugar por el que pasan en una dirección los porteadores con estatuas de hombres o animales y, en donde algunos de tales porteadores conversan entre sí. Tal camino está situado inmediatamente delante de la hoguera y por detrás de la mampara o paredilla.

6TABIQUILLO. El tabiquillo o paredilla ( teichíon ) de la que habla el símil de la caverna estaría situado por delante del camino por el que discurren los porteadores. Tendría la altura de un hombre y su función consistiría en no permitir que se proyectasen, en la pared del fondo de la caverna, las sombras de los propios porteadores sino la de los objetos que transportan.

7SOMBRAS. Las sombras ( eikones ) proyectadas por el fuego sobre la pared que miran los prisioneros simbolizan el estado mental de eikasía descrito en el símil de la Línea.

8LIBERADOS. La liberación del prisionero (es decir del alma ) nos sitúa en un contexto distinto a la mera descripción de los distintos niveles del conocer, aspecto central en el símil de la Línea. Ahora Platón quiere hacer hincapié en la progresiva ascensión, no sin dificultades, y conversión del alma hacia nuevas formas de conocimiento.

9DOLOR. Mediante esta expresión, Platón, quiere referir la dificultad que representa abandonar un estado de conocimiento que en uno ha estado profundamente presente y pasar a otro inmediatamente superior. A esta altura del símil estaríamos en el momento en que el prisionero ( alma ), liberado de las cadenas que le tenían sujeto a la creencia de que lo real eran las sombras, ( eikasía ) se ve obligado a mirar hacia atrás y contemplar la luz del fondo de la caverna lo que le producirá ceguera momentánea, dolor y perplejidad.

10OBJETOS. Significa la llegada del prisionero a la altura de la paredilla y al camino por el que discurren los porteadores trasportando sus objetos. Significa también el paso del estado mental de Eikasía al de Pistis. Y, por último, significa también, que el paso de un estado mental a otro implica dolor y conversión del alma.


11CONTESTAR. Referencia al método dialéctico Socrático basado en la interrogación y el sistema de preguntas y respuestas tal como Platón pone de manifiesto en su Diálogos.

12LUZ. Mediante este concepto, Platón, expresa la llegada del prisionero, dentro de la caverna, a la luz de la hoguera la cual, a su vez, simboliza el salto del mundo sensible ( doxa ) al mundo de lo inteligible ( Episteme ). De nuevo, la sensación de dolor en los ojos y los deseos del prisionero de volver hacia atrás, es decir, hacia el mundo de las sombras y de objetos, nos hacen ver que, para Platón, la conquista de la verdad tiene que pasar necesariamente por luchas y conversiones personales.

13ESCARPADA. Con la idea de la subida escarpada, que conduciría al prisionero a la salida de la caverna y a la visión de la luz del sol, (símbolo de la idea del Bien ) Platón hace referencia a la gran dificultad que representa tanto dar el salto de lo sensible a lo inteligible; como el avanzar, en el conocimiento, dentro del mismo mundo de lo inteligible. Incluso están presentes en el Simil de la caverna las ideas de obligación y de arrastre (mediante el convencimiento racional, aunque Platón no llegará a excluir el uso de la fuerza) del prisionero al mundo de la luz de sol, es decir, del mundo de lo propiamente inteligible ( noesis ).

14ARRIBA. Es decir el mundo de lo inteligible ( episteme ).

15IMAGENES. Es decir los objetos ( eikones ) correspondientes con el estado mental de Eikasía.

16CUERPOS. Es decir los objetos ( Soa ) correspondientes con el estado mental de Pistis.

17NOCHE. Metáfora con la Platón expresa la experiencia del mundo inteligible pero en su fase de Dianoia.

18SOL. Metáfora con la que Platón expresa la visión del mundo inteligible pero en su fase de Noesis.

19VUELTO. Platón plantea en el símil de la caverna la necesidad, por parte del prisionero, de volver a la caverna con el objetivo de hacer comprender a los otros prisioneros la necesidad de salir de la ignorancia y alcanzar la luz. No existe, por tanto, en Platón, una mera dimensión teórica del saber sino también práctica.

19MATARIAN. Clara alusión a lo sucedido a Sócrates, condenado a muerte, según Platón, por intentar iluminar y liberar a los jóvenes atenienses prisioneros en la ignorancia. Otros prisioneros de la caverna le acusarían de corromper a tal juventud.


20BIEN. En el Libro VI de la Republica ( 505a-509d ), Platón, ( y ello antes de exponer el símil de la línea y el símil de la caverna ) realiza una exposición de la Idea del Bien que es necesario entender para situar correctamente tal concepto en el símil de la caverna. Allí habla del sol como el hijo de bien para dejar claro lo siguiente: una cosa es el bien en sí, propio del mundo inteligible y otra es el sol sensible que, metafóricamente, podría denominársele hijo del bien por la función que juega dentro del mundo sensible. Y es, señala Platón, que del mismo modo que en el mundo visible el SOL es quien realmente permite que el órgano más parecido a él, es decir, el ojo-visión, cuando dirige su mirada a las zonas iluminadas por él ( sol), pueda ver, por la luz, los colores, y, solamente, ver sombras y oscuridad cuando mira a zonas no iluminadas; así también, en el mundo inteligible, el BIEN permite que el órgano más afín al mismo, es decir, el alma, al dirigir su mirada a la zona iluminada por la verdad y el ser, pueda tener conocimiento cierto y verdadero, mientras que si pone su atención en zonas no iluminadas por la luz del Bien, solamente tendrá Opinión.

21PRODUCTORA. Del mismo modo que el SOL es causa del nacimiento y generación de las cosas en el mundo visible y, sin embargo, él no es generado en el mismo sentido o del mismo modo que lo son las cosas sensibles; así también el BIEN es, por un lado, la fuente y la causa de la verdad y del conocimiento ya que permite que, mediante su luz, el alma pueda acceder a la verdad; y, por otro, es también causa del mundo de las esencias o ideas, pero, a su vez estaría situado por encima de las mismas ideas.
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